Algunas religiosas nunca han tenido la libertad de decir 'no', pues "los superiores, en algunos casos los sacerdotes u obispos, eran quienes determinaban las opciones para el ministerio y la vida", escribe Hna. Jane M. Bradish. "Para muchos decir 'no' es una lucha. Decir 'no', no es fácil. Yo empecé con cosas pequeñas. Y sigo practicando", manifestó.