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En ocasión de la pasada Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, la teóloga Consuelo Vélez reflexiona sobre cómo su figura nos invita a vivir un discipulado activo. "'María conservaba y meditaba todo en su corazón'. La lectura tradicional asocia más estas actitudes a la visión de las mujeres en la sociedad patriarcal (…). Pero desde la hermenéutica feminista estas palabras (…) nos muestran a la María que sabe cuestionar, meditar, profundizar los acontecimientos de la historia", escribe. 

La Hna. Daylenis Lara Rodríguez comparte para la sección Una Mirada Joven su experiencia en Colombia durante su noviciado. “De todos los espacios en los que he colaborado, el más significativo ha sido el proyecto Tú Importas Mujer, un lugar de crecimiento personal y dignificación para las mujeres”, escribe la religiosa, quien relata cómo el camino de su crecimiento en libertad, sensibilidad hacia las mujeres y su identificación con los trabajadores humildes, la ha preparado para sus votos temporales, que realizará en Cuba. 

La Hna. Elsa Porcario encuentra en la Virgen María una presencia espiritual fiel en su consagración. Después de servir como misionera y formadora en la congregación Nuestra Señora del Rosario de Buenos Aires, Argentina, inició un nuevo camino como Servidora de los más Pobres. En María, la religiosa descubre fortaleza para atravesar la incertidumbre, el miedo y la soledad, y aprender a confiar, esperar y amar sin saber lo que vendrá. 

En su comentario al Evangelio de la Natividad, la teóloga Consuelo Vélez invita a descubrir a Dios en lo humano y a renovar la fe en el Jesús pobre y humilde, cuya encarnación nos llama a transformar la pobreza del mundo en vida abundante para todos. "Los seres humanos buscamos dioses poderosos que arreglen todos nuestros problemas, y por eso distorsionamos tan fácilmente al Niño del pesebre, al Jesús de la historia, al misterio de la muerte y resurrección de Jesús", reflexiona. 

El protagonismo de María e Isabel narrado en el Evangelio del cuarto domingo de Adviento —Lc 1, 39-45— plantea un desafío a la Iglesia contemporánea: conceder igual protagonismo a mujeres y hombres en la historia de salvación de Dios para la humanidad, en las estructuras de la institución, más allá de los impedimentos patriarcales que aún persisten, reflexiona la teóloga Consuelo Vélez para la serie Al partir el pan.

"Este Adviento está siendo esa brújula interior que me reorienta hacia casa, ese lugar de kairós, ese espacio-tiempo de Dios. Volver a casa es estar en contacto con tus raíces profundas, más allá de tu apellido y lugar de origen. Son las raíces de Dios mismo en ti. Volver para nutrirlas y cuidarlas, porque en esta casa soy libre, feliz y estoy cómoda en todas las dimensiones de la vida: física, intelectual y espiritualmente", escribe la Hna. Magda Bennásar. 

Una monja ucraniana, testigo de la guerra de Rusia contra Ucrania, relata cómo encontró consuelo y esperanza en una peregrinación al Camino de Santiago, en España, donde los pequeños actos de bondad y solidaridad de los peregrinos se convirtieron en mensajes del amor de Dios. "Hay más bondad que maldad en el mundo, incluso cuando a veces parece que estoy viviendo en lo más profundo del infierno", afirma la Hna. Olga Shapoval en su columna para la serie Una Mirada Joven. 
 

¿Qué debemos hacer para acoger al Niño?: "Seguir anunciando la Buena Noticia desde el espíritu de Jesús y no desde (…) tradicionalismos que no hacen más que esconder la verdad del Niño que nace. El Espíritu de Dios (…) sabe valorar todo lo humano y no se escandaliza (…) de la pluralidad. Es espíritu de amor que busca incluir a todos, sin juicios ni reproches", responde la teóloga Consuelo Vélez en su comentario al Evangelio del tercer domingo de Adviento para la serie Al partir el pan.