
El papa Francisco saluda a las personas cerca del albergue para personas sin hogar Talitha Qum, en Cartagena (Colombia), el 10 de septiembre de 2017. El papa Francisco, anteriormente cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, falleció el 21 de abril de 2025, a los 88 años. (Foto: CNS/Paul Haring)
Las puertas de la misericordia, el amor y la inclusión que abrió el papa Francisco serán difíciles de cerrar, independientemente de quién le suceda, afirman sus seguidores en América Latina, mientras dan gracias por haber tenido a uno de los suyos al frente de la Iglesia universal durante 12 años.
"Era un papa latinoamericano... muy versado en una nueva eclesiología. Era un papa del pueblo", afirmó la religiosa colombiana Diana Herrera Castañeda, de las Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena en Bogotá, y añadió: "Quería construir una teología desde abajo, una teología de respeto a los vulnerables, de estar con los pobres".
Cuando fue elegido papa en 2013, los latinoamericanos observaron que llevaba al Vaticano una forma de hablar de Dios y del reino que había surgido en América Latina después de que la región experimentara dictaduras militares y oligarquías, la exclusión y explotación a gran escala de los pobres, de los indígenas y de sus tierras, y de otros grupos desfavorecidos en América Central y del Sur a finales del siglo XX.
"Era un papa latinoamericano... muy versado en una nueva eclesiología. Era un papa del pueblo. Quería construir una teología desde abajo, una teología del respeto a los vulnerables, de estar con los pobres": Hna. Diana Herrera Castañeda
Allí también fue testigo del grito de la Tierra debido a los problemas medioambientales a los que se enfrentaban los miembros de la Iglesia en la Amazonía, lo que le llevó a defender, en el futuro, la "casa común", según Herrera, de la comisión de comunicación de la Confederación de Religiosas/os Latinoamericanos y Caribeños (CLAR).
Su convicción de cuidar la Tierra también incluía el cuidado de los pueblos indígenas que habitaban regiones remotas y la presencia de Dios en su espiritualidad, dijo en Honduras la hermana María Suyapa Cacho Álvarez, de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Durante su primer encuentro con el papa Francisco en 2023, cuando fue facilitadora en el sínodo del Vaticano sobre la sinodalidad, Cacho Álvarez le regaló un tambor de su comunidad garífuna, afrodescendientes latinoamericanos que se mezclaron uniéndose con grupos indígenas de la región. La religiosa le suplicó al papa Francisco que no se olvidara del maltrato a las comunidades afrodescendientes, incluso dentro de la Iglesia.
"Él tocó [el tambor] y me dedicó una cálida sonrisa, como si fuera la sonrisa de Jesús", dijo la religiosa, quien añadió que luego el papa le tocó la mano como diciendo que tenía su apoyo. "Él ha cambiado el rostro del papado. Antes [de Francisco], se veía al papa como si estuviera lejos, alejado del pueblo. La diferencia es que [Francisco] mostró su cercanía con sus palabras, con una postura acogedora, llamando a la inclusión de los demás, a los jóvenes y a todos en general, sin excepción", apuntó.

La Hna. María Suyapa Cacho Álvarez, de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, en esta foto del 9 de octubre de 2024, dijo que la muerte del papa Francisco no debe generar tristeza. “Nunca abandonaría a su Iglesia. Es como un ángel que protege a su Iglesia. Lo que Dios ha hecho, nadie es capaz de destruirlo”, expresó la hermana hondureña, quien fue facilitadora en el Sínodo sobre la Sinodalidad. (Foto: GSR/Rhina Guidos)
Como papa, Francisco realizó múltiples viajes a América Latina, nunca tantos como la región hubiera deseado, pero siempre dejando una huella notable.
En 2014, un año después de su elección, comenzó a escribir cartas al entonces presidente de Estados Unidos Barack Obama, y al entonces presidente de Cuba Raúl Castro, lo que condujo a un breve deshielo entre las dos naciones y a una restauración limitada de las relaciones diplomáticas entre ambos países, visitándolos al año siguiente.
En 2019, a pesar de que la asistencia fue mucho menor de lo habitual, llevó la Jornada Mundial de la Juventud a Centroamérica por primera vez en la historia de la Iglesia, para que los jóvenes católicos de la región, que no habrían podido permitirse el viaje a otras partes del mundo, pudieran participar en el evento celebrado en Panamá.
"Aunque no visitó América Latina con tanta frecuencia como otras regiones, sus orígenes y su atención a las periferias resonaron profundamente en la región", afirmó el obispo peruano Lizardo Estrada Herrera, de Cuzco, secretario general de la Conferencia Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).
El papa era muy querido en gran parte de América Latina, dijo, por lo que resultaba desconcertante y triste ver la animadversión que le profesaban algunos católicos en Estados Unidos. "Me entristece”, afirmó Estrada.

Aunque no visitó América Latina con tanta frecuencia como otras regiones, los orígenes del papa Francisco y su enfoque en las periferias resonaron profundamente en la región, dijo el obispo peruano Lizardo Estrada Herrera, en esta foto de archivo del 9 de julio de 2024, en Nueva York, EE. UU. Estrada, secretario general del Celam, dijo que le entristeció escuchar la animadversión contra el papa por parte de algunos católicos estadounidenses, a pesar de que era querido en América Latina y en todo el mundo. (Foto: GSR/Rhina Guidos)
Pero no todas las visitas fueron un éxito. A principios de 2019 se enfrentó a una reacción violenta tras regresar de Chile, donde inicialmente defendió a un obispo acusado de encubrir a un sacerdote que había abusado sexualmente de niños. Tras una investigación, el obispo acusado y otras personas dimitieron, el papa se disculpó públicamente y dijo que había cometido “graves errores” en su defensa de los eclesiásticos en Chile, y luego se reunió y escuchó a los supervivientes de los abusos en el Vaticano.
Uno de ellos fue Juan Carlos Cruz Chellew, quien escribió en 2023 en National Catholic Reporter que en un momento en que estaba sufriendo, perdido y sin muchas ganas de vivir, "el papa Francisco" lo "sacó de la tumba" y por eso le estará "eternamente agradecido".
Cruz también elogió al pontífice por hablar en nombre de la comunidad LGBTQI+, lo que lo enfrentó a los católicos ofendidos por sus esfuerzos por incluirlos en la vida de la Iglesia.
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Sus esfuerzos por la inclusión a menudo provocaron críticas, según Diego Mauro, profesor e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones de Argentina, especializado en la historia sociocultural y política del catolicismo argentino en el siglo XX.
"El argumento de Francisco de que nadie puede cerrar la puerta a nadie fue quizás la definición más radical de su papado y la que generó más resistencia", afirmó.
Eso incluyó la resistencia de ambos bandos.
"El argumento de Francisco de que nadie puede cerrar la puerta a nadie fue quizás la definición más radical de su papado y la que generó más resistencia": Diego Mauro, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones de Argentina
Según Mauro, el Sínodo sobre la Sinodalidad fue un ejemplo del intento del papa por ser neutral, escuchar y no apoyar siempre las opiniones de las diferentes Iglesias, ni las más conservadoras de África ni tampoco los cambios promovidos por los sectores más progresistas de Alemania.
"Para Francisco, estos sectores olvidaron que la Iglesia es diversa y que cualquier cambio debe construirse escuchando a todas las diferentes Iglesias... El equilibrio es difícil e inestable, pero Francisco logró contener las fuerzas en movimiento en la Iglesia universal y superar las tensiones", dijo Mauro.
Para el papa Francisco, la Iglesia no era "un club exclusivo con muchas acreditaciones y condiciones morales", añadió.
Francisco también dio sorpresas inesperadas en América Latina, como cuando nombró cardenal a Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador (El Salvador), una primicia en la Iglesia. Rosa envió sus condolencias el 21 de abril, cuando América Latina se despertaba conmocionada por la noticia.
"Nuestro Santo Padre vivió su Pascua con Cristo. Damos gracias por su vida y por su extraordinario ministerio. Requiescat in Pace", escribió.
Pero la muerte del papa Francisco no debe generar tristeza, dijo la Hna. Cacho, de Honduras. La misión continúa, añadió Estrada, del Celam.
“Nunca nos abandonará. Nunca abandonaría a su Iglesia”, dijo Cacho. "Siempre nos recordará, y es como un ángel que protege a su Iglesia. Lo que Dios ha hecho, nadie es capaz de destruirlo, por mucho que alguien se empeñe en ello", agregó.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 21 de abril de 2025.