Participantes del V Congreso de la Confederación Latinoamericana de Religiosos toman un momento para rezar en silencio en Córdoba, Argentina, el 22 de noviembre de 2024. Unas 400 religiosas y religiosos de más de 20 países participaron presencialmente. (Foto: GSR/Rhina Guidos)
La Hna. Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), manifestó su respaldo a la vida religiosa en Nicaragua, que continúa su misión bajo lo que describió como la "tiranía del régimen" en ese país.
"Nos unimos desde este lugar a los religiosos y religiosas que peregrinan en Nicaragua", expresó Franco el 24 de noviembre durante el cierre de un encuentro de tres días en Córdoba, Argentina.
La religiosa, una hermana de la Compañía de María, también destacó su preocupación por el panorama político regional, advirtiendo sobre "el debilitamiento de las democracias y la inclemente corrupción" que persisten. "Mientras nosotros estábamos aquí... el mundo siguió gritando", reflexionó, al tiempo que subrayó la urgencia de enfrentar estos desafíos.
Ante más de 1000 participantes que asistieron —de manera presencial y virtual— al V Congreso Latinoamericano y Caribeño de la Vida Religiosa, celebrado del 22 al 24 de noviembre, la presidenta de la CLAR, el grupo de vida más numeroso de América Latina, alentó a los presentes a mantenerse como "centinelas de esperanza" frente a una "profunda crisis" que afecta al mundo, con especial énfasis en la región.
Miembros de la CLAR especificaron que más de 400 personas asistieron en persona al encuentro, mientras que otros 600 participaron a través de Zoom y desde más de 20 países.
Durante los días que duró el encuentro, consagradas y consagrados de toda América Latina dieron de comer a migrantes hambrientos, curaron heridas de enfermos y de víctimas, y redactaron documentos para facilitar la construcción de una calle, indicó Franco.
El V Congreso Latinoamericano y Caribeño de la Vida Religiosa reunió a más de 1000 participantes —presenciales y virtuales—, quienes reflexionaron sobre los desafíos sociales, políticos y eclesiales en la región.
La Hna. Gloria Liliana Franco, presidenta de CLAR, habla durante una sesión informativa sobre la asamblea del Sínodo de los Obispos en el Vaticano el 10 de octubre de 2023. (Foto: CNS/Lola Gómez)
La misión de la vida religiosa continúa, a pesar de los fuertes desafíos que el mundo presenta, añadió la presidenta de la CLAR.
Por otra parte, la socióloga Sol Prieto afirmó —en una presentación ante el grupo, el 22 de noviembre— que muchos de los consagrados viven o sirven en "la región más desigual del mundo", tal como lo señalan algunas cifras del Banco Interamericano de Desarrollo sobre América Latina: el 10 % más rico gana 12 veces más que el 10 % más pobre; en Colombia, Chile y Uruguay, el 1 % de la población controla entre el 37 % y el 40 % de la riqueza total.
La socióloga destacó que en América Latina factores como el lugar de nacimiento, el color de la piel o el sexo determinan, en gran medida, si una persona vivirá o no en pobreza. "[Ante esta situación], los emprendedores políticos te venden una narrativa de por qué estás como estás" y culpan a “otros” de los efectos de la desigualdad —como la violencia, la pobreza y la falta de acceso a la educación—, sostuvo Prieto.
La Hna. Liliana Franco, presidenta de CLAR, manifestó preocupación por el "debilitamiento de las democracias" y la "inclemente corrupción" en América Latina, durante el V Congreso Latinoamericano y Caribeño de la Vida Religiosa
Prieto explicó que los elevados niveles de desigualdad en la región han preparado el terreno para la polarización, debilitando el apoyo a la democracia y reduciendo la confianza en las instituciones. "En estos elevados niveles de desigualdad, [los emprendedores políticos] siembran el terreno para la polarización", al crear una narrativa de "ellos" y "nosotros", y al culpar a otros facilitan el maltrato de poblaciones vulnerables, afirmó. La socióloga subrayó que aunque muchos atribuyen los problemas actuales a la pandemia, "esto ya venía de antes".
El padre José Luis Loyola, segundo vicepresidente de la CLAR y superior general de los Misioneros del Espíritu Santo, destacó la complejidad de los tiempos actuales. "Vivimos en tiempos convulsionados, e insostenibles, de enormes y múltiples crisis tanto de carácter global como local", afirmó. Ante esta realidad, el sacerdote planteó preguntas clave: "¿Dónde encontrar la esperanza? ¿Cómo ser centinelas de esperanza en un mundo tan roto y herido?".
Loyola instó a mirar más allá de lo terrenal y a no perder la esperanza. "Ante estas y otras preguntas que nos inquietan, el Espíritu nos invita a no desistir, a no claudicar… nada estará perdido", añadió.
Algunas religiosas y religiosos señalaron que enfrentan diariamente las tensiones y desafíos derivados de la violencia, la represión y las restricciones a los derechos humanos en sus contextos de misión. Estas realidades, explicaron, afectan tanto a las comunidades a las que sirven como a sus propios ministerios.
"Vivimos en una violencia total. Me pongo a pensar: ¿Cómo vamos a salir de esto?", expresó una hermana de Bolivia. Por su parte, una hermana de El Salvador denunció la desaparición de derechos fundamentales en su país, justificadas por un Gobierno que sostiene que suspenderlos, incluso para personas inocentes, es necesario para garantizar la paz.
Los participantes abordaron temas clave en la vida de las consagradas y consagrados, como las dificultades que enfrentan las comunidades religiosas por falta de flexibilidad, la importancia del autocuidado y la necesidad de ser más inclusivos, especialmente con las minorías. También asistieron a una presentación de la Hna. Jane Wakahiu, representante de la Fundación Hilton, quien explicó cómo su organización apoya a las religiosas con subvenciones destinadas a cuidar a hermanas mayores o afectadas por enfermedades como el Alzheimer. (La Fundación Conrad N. Hilton es uno de los principales financiadores de Global Sisters Report y de Global Sisters Report en español).
El padre José Luis Loyola, vicepresidente de CLAR, instó —durante el V Congreso Latinoamericano y Caribeño de la Vida Religiosa— a no perder la esperanza ante los "tiempos convulsionados e insostenibles" que se viven en la región.
Hnas. Paula Radichi, izquierda, y Ariela Jara presencian un baile el 23 de noviembre 2024 durante el V Congreso de la Confederación Latinoamericana de Religiosos el 23 en Córdoba, Argentina. Las Mercedarias del Nino Jesús dijeron que la reunión, del 22 al 24 de noviembre de 2024, les había dado esperanza al estar con religiosas y religiosos de varios países y de diferentes edades. (Foto: GSR/Rhina Guidos)
Para religiosas jóvenes como las hermanas Ariela Jara y Paula Radichi, ambas de Argentina y de 27 y 28 años, respectivamente, las charlas y presentaciones ayudaron a pintar un panorama verdadero de lo que van a enfrentar a lo largo de la vida como Hermanas Mercedarias del Nino Jesús, quienes encuentran a Jesús y lo llevan a los demás, especialmente en medio de la adversidad.
En una entrevista con Global Sisters Report en español el 24 de noviembre, Jara comentó que la reunión le había brindado "esperanza”, como el título que las convoca, y generado también “muchas preguntas".
"El tema está en no dar o buscar respuestas cerradas, sino en aquellas que te movilizan a seguir buscando y caminando", agregó. Destacó, además, la diversidad de participantes: "Me parece que hay una variedad de religiosas y religiosos de diferentes edades, y valoro los aportes de todos… Nos sirve escuchar para no olvidar el camino que venimos haciendo".
Jara también expresó la emoción de encontrarse con otros religiosos jóvenes que valoran su vocación, "a pesar de tantas cosas" que cuestionan.
Por su parte, la Hna. Paula Radichi compartió cómo el congreso le había impactado tanto a nivel personal como comunitario. "Participar del congreso también es la renovación de cada uno, y de la esperanza", afirmó.
Radichi destacó la conexión entre los participantes a pesar de las dificultades: "Es lindo ver cómo, en tanta adversidad, estamos hablando el mismo lenguaje. La realidad es súper dura y nos toca a todos de alguna u otra forma. Y qué bueno que las cosas se están hablando como son, porque de allí viene el cambio… acá se siente. Se siente vida, se siente espíritu".
Entre charlas, el grupo compartió café, danzas, ideas, poesía, cuentos y palabras de religiosos que contribuyeron a la vida religiosa que ha marcado a América Latina, como las del padre dominico Gustavo Gutiérrez, quien falleció en octubre, y monseñor Pedro Casaldáliga, un claretiano, poeta y escritor originalmente de Barcelona, quien murió en Brasil en 2020. Ambos pasaron por tiempos difíciles, de militarismo y pobreza extrema, muerte y hambre en América Latina.
La Hna. Liliana Franco destacó la importancia de que los religiosos mantengan su enfoque en la esperanza y en la palabra de Dios, especialmente en tiempos de adversidad.
"No podemos caer en la tentación de la parálisis", afirmó y agregó: "Quedarnos encerrados en nuestras instituciones no solo nos reduce, nos achica, sino que incluso puede asfixiarnos".