
La hermana benedictina Mary Elizabeth Schweiger sostiene una petición contra la minería en El Salvador firmada el 24 de marzo por religiosas del monasterio de Mount St. Scholastica en Atchison, Kansas, EE. UU. Las benedictinas se unieron a las Hermanas de la Caridad de la cercana Leavenworth, así como a otros católicos de Kansas, mostrando su solidaridad con la Iglesia católica de El Salvador que lucha contra una nueva ley que permite la minería de metales. (Foto: GSR/Rhina Guidos)
La hermana benedictina Mary Elizabeth Schweiger dijo que hace mucho tiempo que no visita El Salvador, pero nunca ha olvidado a su gente. Por eso se unió recientemente a un esfuerzo para revertir una nueva ley que permite la minería metálica en el país.
Unas 80 benedictinas de la comunidad de religiosas de Mount St. Scholastica en Atchison, cerca de Kansas City, Estados Unidos, se unieron a Schweiger, la priora, para firmar la petición "Sí a la vida, no a la minería". El lema forma parte de una campaña de la Iglesia católica en El Salvador pidiendo a los legisladores salvadoreños y al presidente del país la derogación de la nueva ley que se aprobó a finales de 2024. El 17 de marzo, los obispos de El Salvador llevaron a la Asamblea Legislativa más de 150 000 firmas de católicos salvadoreños de todo el país pidiendo a los legisladores que reconsideren la ley. Religiosas y religiosos, sacerdotes, junto con otros católicos y no católicos, los acompañaron cuando entregaron las peticiones.
Aunque las benedictinas no son ciudadanas salvadoreñas, ellas enviaron sus firmas de manera simbólica para mostrar su apoyo, dijo Schweiger.
"Es para mostrar solidaridad, que estamos de su parte. Simplemente sentimos que han pasado por mucho", le dijo a Global Sisters Report (GSR) el 25 de marzo. "Y hemos compartido algo de eso con ellos en cuanto a todas las parroquias hermanas en Kansas City. Simplemente seguimos ofreciendo nuestro apoyo de cualquier manera posible", añadió.
Las hermanas benedictinas de Atchison no son ajenas a los asuntos de justicia social y estuvieron en los titulares en 2024 después de que una nota de The Associated Press mostró cómo invirtieron cantidades mínimas de dinero en algunas corporaciones para que, como accionistas, pudieran opinar sobre algunas de las políticas de las empresas.
Schweiger dijo que se dio cuenta de la petición a través de su amiga Teresa Aley, de la parroquia Buen Pastor en Shawnee, Kansas, que ha estado haciendo circular el documento. Aley también llevó la petición a las Hermanas de la Caridad en Leavenworth. Algunas de ellas también firmaron el documento junto con otros católicos del área metropolitana de Kansas City.

Un cartel en la parroquia del Buen Pastor en Kansas, EE. UU., el 24 de marzo de 2025 con las firmas de los católicos de Kansas, una muestra de su solidaridad con la Iglesia católica en El Salvador que lucha contra la minería metálica en ese país. (Foto: GSR/Rhina Guidos)
Esas comunidades tienen una larga relación con El Salvador desde la época de la guerra civil del país, dijo Aley a GSR. De hecho, la parroquia del Buen Pastor tiene una capilla dedicada a san Óscar Romero, en honor al arzobispo salvadoreño martirizado en 1980, y también imágenes devocionales del beato Rutilio Grande, un jesuita salvadoreño asesinado en 1977 junto con dos compañeros, así como de tres hermanas y una laica de Estados Unidos asesinadas en El Salvador unos meses después de Romero.
Católicos de Kansas formaron parte de una delegación estadounidense que estuvo presente durante un acto ceremonial conmemorando la vida de cuatro medioambientalistas asesinados en el departamento de Cabañas en El Salvador, en 2009, por oponerse a la minería, dijo Aley.
"Fue la experiencia más poderosa que he tenido con una delegación", porque se reunieron con el padre de un joven ecologista que fue asesinado, dijo Aley. "Escuchar la historia, conocer a esa persona... nos hizo impresión", apuntó.
En la parroquia Buen Pastor, aquellos con vínculos con El Salvador estaban muy contentos, dijo Aley, cuando en 2017 el país se convirtió en el primero en prohibir la minería metálica. Sin embargo, se sintieron decepcionados al enterarse a finales del año pasado de que un nuevo grupo de legisladores y el presidente habían tomado una dirección diferente.
"Creo que eso es lo que resonó en muchos de nosotros en [la parroquia] Buen Pastor, al enterarnos de que la ley [en contra de la minería] fue anulada", dijo y agregó: "Y fue muy fácil hablar de esto con los feligreses y conseguir que estuvieran muy dispuestos a firmar la petición y a sentir esa solidaridad".
En la plataforma de redes sociales X, muchos preguntan por qué el presidente salvadoreño Nayib Bukele revocó la decisión de cerrar una clínica de mascotas subvencionada por el Gobierno después de que 8000 personas se quejaron en las redes sociales, pero no hacía lo mismo después de ver las decenas de miles de firmas que la Iglesia recogió en contra de la minería.
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Una encuesta de opinión realizada en diciembre de 2024 por el Instituto Universitario de Opinión Pública de San Salvador, de la universidad jesuita local, reveló que la mayoría de los salvadoreños dicen que El Salvador no es un país "adecuado" para la minería y se oponen a ella. Pero los legisladores dicen que votaron en favor de la minería porque impulsará el "desarrollo económico".
Las peticiones firmadas por las hermanas en Estados Unidos, así como una firmada por feligreses del Buen Pastor, fueron entregadas al cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez durante su visita a Kansas a finales de marzo con motivo de la fiesta de san Romero, dijo Aley.
"Siempre nos hemos enfocado más en la acción, no solo en ir a El Salvador y regresar, sino también en sentir que queremos seguir acompañándolos", dijo y añadió: "Así que, cuando ocurren situaciones como esta, es solo una forma de actuar".
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 31 de marzo de 2025.