Cuarenta y ocho religiosas brindan educación, alimento, abrigo, atención espiritual y esperanza de futuro a 3000 adolescentes pobres, muchas de ellas indígenas, en la Villa de las Niñas, un internado de las Hermanas de María ubicado en México.
Granjas de diferentes tamaños y cultivos, gestionadas en Estados Unidos por hermanas católicas, han unido fuerzas en un enfoque común: producir alimentos saludables y respetuosos con el medio ambiente. Ellas lideran una revolución en la agricultura sostenible, al promover prácticas orgánicas y alimentos cultivados localmente y al suministrar productos a comunidades necesitadas. Además, su compromiso no se limita a la producción de alimentos: las hermanas también están involucradas en la transición justa hacia la sostenibilidad y en la autocrítica al papel de las instituciones religiosas como parte del problema. Conoce en este reportaje cómo estos centros están cambiando el panorama agrícola estadounidense y haciendo una pequeña contribución para el crecimiento de comunidades saludables, mientras luchan contra la crisis ecológica mundial.
¿Qué ocurre cuando una comunidad indígena pierde su hogar? ¿Cómo afecta a su cultura, su identidad y su bienestar? ¿Qué pasa cuando su territorio ancestral es invadido por los hacendados y los barones de la madera? Conoce en este reportaje de GSR en español, el acompañamiento que religiosas católicas de diversas congregaciones brindan a los habitantes originales de estas tierras en la lucha por su supervivencia.
En Villa Hidalgo, un barrio de chabolas de Buenos Aires, las mujeres sufren el consumo generalizado de drogas, la violencia doméstica y la pobreza generacional. Dos hermanas Pasionistas han construido un espacio para acompañar y ayudar a estas mujeres aisladas.
Antes de la victoria de la presidenta socialista Xiomara Castro, la religiosa de las Hermanas Educadoras de Notre Dame trabajó junto a diversas organizaciones sociales para aumentar el censo electoral. “La idea era fomentar el aprecio por la importancia de ejercer el voto soberano, […] entender que es el pueblo el que decide y no cuatro representantes desde arriba”, afirmó la hermana Rosa María Trochez.
Una forma de corregir el daño ecológico por el ingreso de aguas residuales sin tratar en la bahía Shinnecock, en Nueva York (EE. UU.) es el cultivo de algas; para ello, las mujeres de la Nación India Shinnecock cuentan con el apoyo de las Hermanas de San José de Brentwood, una congregación que ha adoptado una fuerte ética medioambiental.
Impulsados por el discurso de un historiador en la asamblea de la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas (LCWR, por sus siglas en inglés) en 2016 y con una nueva urgencia después del asesinato de George Floyd en 2020, los esfuerzos de muchas congregaciones para eliminar el racismo comienzan al abordar sus propias fallas.