La película muestra la tenacidad de la madre Francisca Javier Cabrini al establecer ministerios para los inmigrantes italianos en Nueva York, Estados Unidos, y también pretende ser un homenaje a las hermanas católicas de todo el mundo, cuyo trabajo a menudo se pasa por alto y no se valora lo suficiente ni en la Iglesia ni en la sociedad en general, aseguran sus productores.