ENTREVISTA | James Creedon narra la vida de una hermana misionera irlandesa

La Hna. Paschal O'Sullivan (1912-2013) fue la última monja misionera irlandesa en Japón, en donde estuvo sirviendo durante 75 años. (Foto: cortesía Sarah Mac Donald)

La Hna. Paschal O'Sullivan (1912-2013) fue la última monja misionera irlandesa en Japón, en donde estuvo sirviendo durante 75 años. (Foto: cortesía Sarah Mac Donald)

Sarah Mac Donald

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Traducido por Purificación Rodríguez Campaña

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James Creedon es un periodista irlandés que reside en París, donde es redactor de medios de comunicación en la emisora en lengua inglesa de France 24. Recientemente ha terminado un documental, Thanks to your Noble Shadow (Gracias a tu noble sombra), sobre la vida de su prima, la Hna. Paschal O'Sullivan. 

O'Sullivan, nacida en 1912, fue la última monja misionera irlandesa que sirvió en Japón. Perteneciente a las Hermanas del Niño Jesús (o Hermanas Drishane, como se las conocía en Irlanda), pasó 75 años de misión en Japón antes de regresar a su hogar en Irlanda en 2009, a la edad de 98 años. Murió el 17 de diciembre de 2013 a los 101 años.

En la película, O'Sullivan cuenta que solamente vio llorar a su padre una vez, cuando se despidió de ella al entrar en el convento. Llegó a Japón en 1935 sin conocer el idioma y mal equipada para enfrentarse a una cultura radicalmente distinta. Pasó la mayor parte de los años de guerra internada. Pero cuando terminó la guerra, volvió a la enseñanza y llegó a querer a sus alumnos, compañeros y amigos japoneses, que a su vez la querían a ella.

La película se presentará en una proyección privada en la Embajada de Japón en Dublín en agosto [de 2016]. Actualmente está a la espera de respuestas de varios festivales de cine y es posible que también se proyecte en Tokio a finales de año.

El periodista irlandés James Creedon entrevistó a la Hna. Paschal O'Sullivan para preparar un documental sobre la vida de la religiosa que culminó en 2016. (Foto: cortesía Sarah Mac Donald)

El periodista irlandés James Creedon entrevistó a la Hna. Paschal O'Sullivan para preparar un documental sobre la vida de la religiosa que culminó en 2016. (Foto: cortesía Sarah Mac Donald)

GSR: Thanks to Your Noble Shadow es una cálida mirada a un fenómeno en vías de desaparición: una religiosa misionera irlandesa. ¿Cómo surgió?

Creedon: Mi abuela se mantuvo en contacto con Jennie O'Sullivan (o la Hna. Paschal) durante sus 75 años en Japón. Era una gran escritora y seguía comunicándose con la familia en Irlanda.

Poco después de su centenario, fui a visitar a Jennie al convento de San José de Cork. Quería grabar un vídeo familiar, pero quedó claro que la historia de Jennie merecía mucho más que eso.

Como era su prima pequeña, me fascinó su historia y su carácter épico. Rápidamente establecimos un vínculo. Ella y yo dejamos Irlanda a los 23 años. Pero no era lo mismo irse a Francia en 2005 que a Japón en 1935. Congenié con ella desde el primer momento.

Era natural ante la cámara y una narradora nata, llena de alegría y humor. Aquel vídeo familiar se convirtió en un documental en el que grabé sus recuerdos a lo largo de un año. La película se basa en más de 60 horas de entrevistas.

El documental de James Creedon, Gracias a tu noble sombra, destaca los "lazos que estableció [la Hna. Paschal O'Sullivan] con generaciones de mujeres japonesas que pasaron por sus aulas en la escuela Denenchofu Futaba [en Tokio]". (Foto: cortesía Sarah Mac Donald)

El documental de James Creedon, Gracias a tu noble sombra, destaca los "lazos que estableció [la Hna. Paschal O'Sullivan] con generaciones de mujeres japonesas que pasaron por sus aulas en la escuela Denenchofu Futaba [en Tokio]". (Foto: cortesía Sarah Mac Donald)

El documental narra cómo de joven la Hna. Paschal viajó en barco a Japón en 1935. No hablaba el idioma y creía que nunca volvería a casa desde este país que se dirigía a la guerra.

También habló de la Irlanda de su juventud y de la cultura católica que vio a miles de hombres y mujeres convertirse en misioneros. Pero, principalmente, habló de su amor por su vocación como profesora de inglés y de los fuertes lazos que estableció con generaciones de mujeres japonesas que pasaron por sus aulas en la escuela Denenchofu Futaba [en Tokio] o en sus clases particulares de inglés que continuó hasta los 98 años. Recordó sus experiencias de la Segunda Guerra Mundial en cuatro campos diferentes.

Visité la casa central de la orden a la que se unió, las Hermanas del Niño Jesús, en París, donde vivo, y también me puse en contacto con tantas de sus antiguas alumnas como pude, viajando a Japón para conocerlas. Lo que descubrí fue un derroche de buena voluntad y gratitud hacia esta mujer. Es un testimonio excepcional de una vida dedicada a la causa misionera en un momento en que este movimiento mundial está llegando a su fin.

"La mayoría de estos hombres y mujeres hicieron una valiosa contribución a las comunidades a las que sirvieron y no pidieron ningún reconocimiento o recompensa personal": James Creedon sobre la Hna. Paschal O'Sullivan. #GSRenespañol #HermanasCatólicas

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¿Se trata de un documental religioso o tenía en mente un público más amplio cuando lo estaba realizando?

No se trata de la historia de una religiosa, sino de la historia de una mujer que fue religiosa. El objetivo de la película es desvelar su esencia. Parte de la trama es su socialización en Irlanda y Japón, las influencias que contribuyeron a su formación y cómo las gestionó e integró.

Es un buen ejemplo de misionera irlandesa. En ella se concentra lo mejor de su mundo (de Irlanda, Europa, la Iglesia católica y el país del sol naciente), que llegó a apreciar profundamente. Tenía fuerza de carácter y era valiente.

Para el documentalista, la historia de la Hna. Paschal O'Sullivan "es un testimonio excepcional de una vida dedicada a la causa misionera en un momento en que este movimiento mundial está llegando a su fin". (Foto: cortesía Sarah Mac Donald)

Para el documentalista, la historia de la Hna. Paschal O'Sullivan "es un testimonio excepcional de una vida dedicada a la causa misionera en un momento en que este movimiento mundial está llegando a su fin". (Foto: cortesía Sarah Mac Donald)

Para una mujer de la generación de Jennie (las que querían una carrera y aventura y un sentido de propósito, enseñar o dirigir una escuela o un hospital y viajar, influir y difundir ideas y conocimientos y espiritualidad), la Iglesia ofrecía esa oportunidad. En el curso de mi investigación visité a muchos sacerdotes y religiosas que pasaron su vida en el extranjero y me quedó claro que estaban entre las mejores personas y más brillantes. Independientemente de lo que uno pueda pensar de la propia Iglesia y de sus enseñanzas, la mayoría de estos hombres y mujeres hicieron una valiosa contribución humana a las comunidades a las que sirvieron y no pidieron ningún reconocimiento o recompensa personal. Esta era está llegando a su fin.

Irlanda y la situación de la Iglesia católica han cambiado mucho en los últimos años. Se arriesgó un poco al centrarse en una religiosa. ¿Por qué?

Lo que ha ocurrido en la sociedad irlandesa en los últimos 10 o 15 años ha sido esta gran revelación catártica del lado oscuro de la influencia de la Iglesia católica en la sociedad irlandesa. Pero tal vez hayamos olvidado algunos de los aspectos esenciales y algunas de las verdades que estaban en el núcleo de la forma en que la Hna. Paschal vivió su vida.

Me criaron como católico, pero al igual que muchos irlandeses de mi generación no soy practicante. Como institución, la Iglesia ya no tiene la fuerte influencia sobre la sociedad irlandesa que tuvo antaño, en particular tras la serie de escándalos de abusos.

Sin embargo, esta mujer parecía encarnar una cara diferente de la Iglesia. Lo había dejado todo para formar parte de las misiones y casi todas las personas que conocí durante aquel viaje de un año solamente tenían cosas positivas que decir de ella.

Jennie vivió una vida de generosidad, amor, abnegación y bondad, valores mucho menos comunes en la Irlanda de hoy. Toda su vida rebosaba amor, abnegación, generosidad, bondad y alegría. Intentaba averiguar qué había en su forma de vivir que mereciera la pena transmitir. Si esta mujer era tan feliz, plena y sana a una edad tan avanzada, entonces es alguien de quien todos podemos aprender algo sobre cómo envejecer, cómo mirar atrás y no arrepentirnos.

Hubo muchas risas entre los espectadores: tenía un agudo ingenio irlandés. También hubo algunos ojos rojos ante los momentos conmovedores que recordó. Personalmente, estoy muy orgulloso de ella, del dinamismo de su personalidad y de la amplitud de su experiencia.

Los misioneros irlandeses recorrieron todo el mundo. Creo que esta película será de interés para una generación más joven que tiene poco conocimiento de las creencias de Jennie, pero como encarna cualidades universales, todas las culturas y edades pueden identificarse con ella.

Nota del editor: Este artículo fue publicado originalmente el 21 de julio de 2016.