En su encuentro anual de líderes de la CLAR, celebrado este año en Honduras, religiosos y religiosas latinoamericanos reflexionaron sobre su papel como Iglesia sinodal —de denuncia y acompañamiento— ante la migración, desigualdad económica, violencia, medio ambiente, persecución, corrupción gubernamental e inestabilidad política de países de la región. Los asistentes recordaron la voz profética y valiente de hermanas, laicos y sacerdotes martirizados en Centro y Suramérica en siglos 20 y 21.

La imagen de la vid y los sarmientos descrita en Juan 15, 1-8 habla de la importancia de la unidad en Cristo de las comunidades cristianas para poder dar frutos abundantes. Así lo argumenta la teóloga laica Consuelo Vélez en su columna para la serie Al partir el pan: domingos reflexivos, quien precisa que la unión no debe conducir a una espiritualidad individualista sino a una comunitaria, donde todos se preocupen por el bienestar de los demás.

La evolución llevará a las hermanas a abrazar la ambigüedad, la paradoja y la incertidumbre, un desafío psicológico, asevera la Hna. Judith Shaeffer. "[Deben] recordarse a sí mismas que incluso el movimiento evolutivo de desarrollo implica, en cierta medida, la muerte de un viejo yo en aras del nacimiento de un nuevo yo", escribe la doctora en psicología y religiosa de las Hermanas de San Francisco de la Adoración Perpetua. 

Las causas profundas del tráfico de personas son la pobreza, el analfabetismo y la falta de empleo, sostiene la religiosa de las Hermanas de María Inmaculada y por ello su misión en India promueve programas sostenibles como sastrería y artesanía. “[La trata] es un gran negocio y una esclavitud en la que gente saca provecho de la miseria, el dolor y el trauma de otra persona”, expresa la Hna. Thomas. 

Para la Hna. Vuelo en V, Global Sisters Report se ha convertido en un espacio en donde las religiosas se unen para tejer el sueño de la misión profética. "Encontrar a GSR ha sido como encontrar un oasis en medio de la desesperación y la impotencia que vivo en mi país de misión [Nicaragua], donde cada vez más la dictadura se ensaña contra la vida religiosa y la Iglesia", escribió. 

Cuarenta y ocho religiosas brindan educación, alimento, abrigo, atención espiritual y esperanza de futuro a 3000 adolescentes pobres, muchas de ellas indígenas, en la Villa de las Niñas, un internado de las Hermanas de María ubicado en México. 

La teóloga Consuelo Vélez reflexiona sobre la figura de Jesús como buen pastor en Juan 10, 11-18, y la relaciona con los desafíos de la Iglesia contemporánea. La laica de la Institución Teresiana destaca —en su columna para la serie Al partir el pan: domingos reflexivos— la importancia de velar por todas las personas, sin exclusiones ni jerarquías restrictivas, e invita a repensar los ministerios eclesiales, liberándolos del clericalismo y promoviendo un servicio que garantice el bienestar mutuo. 

A través de analogías entre experiencias personales y la relación de Jesús con sus amigos íntimos, Tracey Edsten, una laica asociada a las Hermanas Dominicas, nos invita a valorar el don de la amistad y a reconocer a aquellos que nos ayudan a reconstruirnos, devolviéndonos —a veces— al orden correcto. "Como persona soltera, tengo la bendición de contar con varias amigas que me entienden. No podría enfrentar las dificultades de la vida sin ellas", ha escrito.